El aborto terapéutico no es más que el aborto inducido por justificaciones médicas. Existen 6 estados en el mundo donde este tipo de procedimiento médico no es permitido y son Chile, El Salvador, Nicaragua, Malta y el Vaticano.
Precisamente porque estoy en pro a los derechos de la vida es porque estoy a favor del aborto terapéutico. El aborto siempre ha sido un tema de debate y no niego que existan factores que definen de inescrupuloso a quien lo práctica; pero a fin de cuentas la disposición es de la mujer quien está en la libertad de decidir sobre su cuerpo. Pero considero que si se trata de la supervivencia de la madre, sea cual sea el caso clínico la decisión debería ser netamente de los médicos sin que estén cohibidos de salvaguardar una vida por las mismas leyes que dicen defender el derecho a vivir.
Una de las causales más recurrentes de las mujeres en su lucha por ser madres ha sido la pérdida de las trompas de falopio por embarazo ectópico, o embarazo molar, embarazos que nunca llegan a término y que en muchos de los países de América latina no es permitido intervenir, exponiendo a las madres a una hemorragia interna y al posible pronóstico de perder el útero y con ello toda posibilidad de ser madre.
En foros de mujeres en esta situación de agonía podemos encontrarnos con otros tipos de diagnósticos tales como fetos sin latido, pérdida completa del líquido amniótico por huevo roto y riesgo de insectisemia. Esas mujeres con una pena enorme deben enfrentar a doctores de manos atadas por leyes anacrónicas que les impiden practicar una aborto ante diagnósticos irreversibles y así miles de mujeres ante estos devastadores realidades deben volver a sus vidas con un feto inviable en el vientre sin certezas de expulsarlo en semanas o en meses.
Como en muchos ámbitos, las mujeres en situación de pobreza son las que más sufren, ya que no suficiente con la pena de la pérdida inminente, sufren además el desamparo de la ley y el maltrato en hospitales públicos donde son miradas con sospecha de haber inducido el aborto.
Frente a todos estos antecedentes podemos concluir que es difícil ser mujer en países donde se rigen estas leyes, es difícil lidiar con útero hostil, es difícil traer hijos al mundo pero aún es más difícil luchar por un derecho básico que es el derecho a la vida de la madre, a la dignidad de un aborto hecho por profesionales en un hospital del estado, en condiciones de higiene, sin perder la vida en el intento, sin ser juzgadas y condenadas socialmente.
La correcta legislación sobre el Aborto Terapéutico permitiría salvar la vida de miles de mujeres y así preservar su salud física y mental .Urge legislar al respecto pero de manera seria, escuchando estos testimonios de mujeres y principalmente escuchando a los profesionales médicos y dejando de lado las ideologías y preceptos morales.
Esto es un tema de salud pública, los abortos ocurren a diario y un doctor sabe perfectamente cuando una mujer debe abortar. Permitirles hacer su trabajo para que no mueran más mujeres.
Precisamente porque estoy en pro a los derechos de la vida es porque estoy a favor del aborto terapéutico. El aborto siempre ha sido un tema de debate y no niego que existan factores que definen de inescrupuloso a quien lo práctica; pero a fin de cuentas la disposición es de la mujer quien está en la libertad de decidir sobre su cuerpo. Pero considero que si se trata de la supervivencia de la madre, sea cual sea el caso clínico la decisión debería ser netamente de los médicos sin que estén cohibidos de salvaguardar una vida por las mismas leyes que dicen defender el derecho a vivir.
Una de las causales más recurrentes de las mujeres en su lucha por ser madres ha sido la pérdida de las trompas de falopio por embarazo ectópico, o embarazo molar, embarazos que nunca llegan a término y que en muchos de los países de América latina no es permitido intervenir, exponiendo a las madres a una hemorragia interna y al posible pronóstico de perder el útero y con ello toda posibilidad de ser madre.
En foros de mujeres en esta situación de agonía podemos encontrarnos con otros tipos de diagnósticos tales como fetos sin latido, pérdida completa del líquido amniótico por huevo roto y riesgo de insectisemia. Esas mujeres con una pena enorme deben enfrentar a doctores de manos atadas por leyes anacrónicas que les impiden practicar una aborto ante diagnósticos irreversibles y así miles de mujeres ante estos devastadores realidades deben volver a sus vidas con un feto inviable en el vientre sin certezas de expulsarlo en semanas o en meses.
Como en muchos ámbitos, las mujeres en situación de pobreza son las que más sufren, ya que no suficiente con la pena de la pérdida inminente, sufren además el desamparo de la ley y el maltrato en hospitales públicos donde son miradas con sospecha de haber inducido el aborto.
Frente a todos estos antecedentes podemos concluir que es difícil ser mujer en países donde se rigen estas leyes, es difícil lidiar con útero hostil, es difícil traer hijos al mundo pero aún es más difícil luchar por un derecho básico que es el derecho a la vida de la madre, a la dignidad de un aborto hecho por profesionales en un hospital del estado, en condiciones de higiene, sin perder la vida en el intento, sin ser juzgadas y condenadas socialmente.
La correcta legislación sobre el Aborto Terapéutico permitiría salvar la vida de miles de mujeres y así preservar su salud física y mental .Urge legislar al respecto pero de manera seria, escuchando estos testimonios de mujeres y principalmente escuchando a los profesionales médicos y dejando de lado las ideologías y preceptos morales.
Esto es un tema de salud pública, los abortos ocurren a diario y un doctor sabe perfectamente cuando una mujer debe abortar. Permitirles hacer su trabajo para que no mueran más mujeres.
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